La edafología (del griego, edafos) es una rama de la ciencia
cuyo objetivo es el estudio de la composición y naturaleza del suelo.
Atmósfera, corteza y suelo interactúan para proporcionar a los seres vivos los recursos que
necesitan. El suelo es por tanto el soporte de la vida sobre los continentes.
El suelo está formado por capas o estratos (horizontes), que se diferencian unos de otras tanto en sus características morfológicas como en su composición química, física, biológica y/o mineralógica (debido a que los factores de formación de cada horizonte son distintos).
La formación y evolución está influenciada por distintos factores: clima, vegetación, sustrato geológico, uso del suelo...
El conjunto de horizontes recibe el nombre de perfil (perfil edafológico)
Un suelo joven guarda un parecido próximo a la roca madre de partida, de modo que estos horizontes estarán muy poco diferenciados. Con el tiempo los suelos van evolucionando, sufriendo procesos que los van diferenciando.
FUNCIONES DEL SUELO
Se acepta y reconoce que el suelo realiza varias funciones y
no de forma independiente, por lo que es multifuncional.
I.
Sostiene el
creciente y diversidad de plantas y animales aportando el medio físico, químico
y biológico para el intercambio de agua, aire, nutriente y energía.
II.
Regula la
distribución del agua.
III.
Almacena y modera la liberación de los nutrientes de
los ciclos de las plantas.
IV.
Actúa como filtro para proteger la calidad del aire,
agua y otros recursos.
V.
Es el apoyo de estructuras, como edificios,..
VI. Filtra, amortigua, degrada, inmoviliza y
desosifica sustancias orgánicas e inorgánicos.
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